El inicio de la jornada bursátil trajo un nuevo sacudón a los mercados argentinos. Los bonos soberanos en dólares registraron caídas superiores al 2% y empujaron al riesgo país a 1.337 puntos, reflejando el impacto de la derrota legislativa sufrida por el Gobierno. La incertidumbre política y fiscal reaviva dudas sobre la sostenibilidad del programa económico y limita el margen de maniobra frente a los compromisos externos. Los analistas advierten que la fragilidad institucional puede condicionar las expectativas económicas hacia fin de año.
Los bonos soberanos argentinos atraviesan una nueva etapa de volatilidad. El rechazo de la Cámara de Diputados a los vetos presidenciales encendió las alarmas en el mercado financiero, generando caídas de hasta el 2,3% en los títulos globales y llevando al riesgo país a los 1.337 puntos. Esta situación refleja la desconfianza de los inversores sobre la capacidad del Gobierno de sostener su programa fiscal y avanzar en reformas clave. El Banco Central interviene en el mercado cambiario, pero los analistas advierten que el debilitamiento político puede complicar la estabilidad financiera. La combinación de presiones legislativas, tensiones cambiarias y menor previsibilidad genera un escenario desafiante para los próximos meses, con implicancias directas en el acceso al financiamiento y en las decisiones de inversión en el país.
Las derrotas legislativas del oficialismo golpean al mercado y generan dudas sobre el rumbo económico en Argentina.
La tensión política y su impacto inmediato
Los bonos soberanos argentinos denominados en dólares arrancaron la jornada con fuertes caídas, en un contexto marcado por la derrota parlamentaria que sufrió el oficialismo en la Cámara de Diputados. Los títulos globales retrocedieron entre un -1,7% y un -2,3%, mientras que el riesgo país —medido por el EMBI+ de JP Morgan— se disparó 90 unidades hasta ubicarse en 1.337 puntos. Esta escalada refleja el nerviosismo de los inversores frente a la creciente fragilidad política y fiscal del país.
Bonos globales en retroceso
En la apertura, el Global 29 cotizó a 21,43 y 69,12, el Global 30 a 20,25 y 65,38, y el Global 35 a 16,11 y 51,45. A su vez, el Global 38 descendió a 17,12 y 54,53, el Global 41 a 15,55 y 48,68, y el Global 46 a 15,79 y 50,35. Estas variaciones evidencian un retroceso generalizado de los bonos soberanos argentinos, que arrastran semanas de debilidad ante la falta de consensos políticos.
El revés legislativo y sus consecuencias
El rechazo de los vetos presidenciales a leyes de emergencia pediátrica y financiamiento universitario fue interpretado como una señal de pérdida de control del oficialismo sobre el Congreso. Para los operadores de mercado, la derrota parlamentaria debilitó la percepción de que el Gobierno puede sostener el ajuste fiscal pactado con inversores y organismos internacionales.
La incertidumbre se multiplica con la expectativa de nuevas votaciones en el Senado, donde podrían profundizarse las tensiones políticas y sociales. Consultoras privadas advierten que la falta de acuerdos con gobernadores y la presión de la movilización social limitan la capacidad de avanzar en reformas estructurales.
El rol del Banco Central
Ante la presión cambiaria, el Banco Central intervino de manera directa para contener la volatilidad del dólar. Sin embargo, esta estrategia exige el uso de reservas internacionales en un momento en el que los vencimientos de deuda presionan las cuentas externas. Los analistas advierten que la intervención ofrece un alivio temporal, pero no resuelve la debilidad de fondo.
Riesgo país y confianza de mercado
Cristiano Rattazzi, empresario automotriz, lo sintetizó: “Cuando el riesgo país supera los 1200 puntos, hay un freno en la confianza y eso es grave”. Con el indicador en 1.337 unidades, las posibilidades de financiamiento externo se encarecen y se reducen las chances de atraer inversiones productivas. Para emprendedores y empresarios locales, esto se traduce en mayor incertidumbre y costos financieros más elevados.
Lo que viene
El horizonte luce desafiante. Pablo Repetto, de Aurum Valores, destacó que la combinación de fragilidad política, presión cambiaria y déficit de consensos genera un escenario “mucho más turbulento” que el esperado meses atrás. Según el analista, las elecciones de octubre marcarán un punto clave para definir si el actual esquema económico tiene margen de continuidad o si deberá replantearse con nuevas reglas de juego.
Mientras tanto, los mercados seguirán reaccionando a cada señal legislativa y a la capacidad del Gobierno de sostener el rumbo fiscal. Para los emprendedores argentinos, entender esta dinámica resulta esencial: el riesgo país no es solo un indicador financiero, sino un termómetro de confianza que impacta en el crédito, la inversión y las oportunidades de negocio en la economía real.



