Tus palabras dicen mucho, pero tu cuerpo dice más. En una venta, el lenguaje corporal puede reforzar o arruinar tu mensaje. Aprendé a usar tu postura, gestos, mirada y tono para generar confianza, conexión y credibilidad desde el primer contacto.
Aunque no digas una palabra, ya estás comunicando. En el proceso comercial, tu lenguaje corporal influye en cómo te perciben: seguro o inseguro, confiable o dudoso, auténtico o forzado. Manejar estos aspectos puede ser la diferencia entre cerrar o perder una venta.
Tu cuerpo habla. Asegúrate de que diga lo mismo que tus palabras.
La comunicación no verbal representa más del 50% de lo que transmitimos.
Y en una venta, donde la confianza es clave, tu lenguaje corporal puede ser tu mejor aliado… o tu peor enemigo.
Piénsalo así: podés decir “confía en mí”, pero si lo hacés mirando al piso, con los brazos cruzados y la voz temblorosa… no funciona.
Lo que tu cuerpo transmite sin que lo sepas:
Postura
Una postura recta, sin rigidez, transmite presencia y seguridad.
Encogerte o taparte el cuerpo genera desconfianza, aunque hables bien.
Contacto visual
Mirar a los ojos, sin invadir, demuestra interés y honestidad.
Evitar la mirada puede ser leído como inseguridad o falta de transparencia.
Manos visibles y activas
Usar las manos para acompañar lo que decís hace tu discurso más creíble.
Ocultarlas (en bolsillos, detrás del cuerpo) puede parecer que ocultás algo.
Escucha activa
Asentir, inclinarte levemente hacia adelante, mostrar apertura corporal: todo eso le dice al cliente “te estoy escuchando”.
Tono de voz
Más allá del cuerpo, la voz es parte del lenguaje no verbal.
Un tono firme pero amigable, con ritmo claro, genera autoridad y cercanía.
Errores comunes que debilitan tu mensaje
Evitar el contacto visual
Moverse de forma nerviosa o repetitiva
Cruzarse de brazos en momentos sensibles
Invadir el espacio personal del cliente
No adaptar tu energía al ritmo del otro
Un cuerpo tenso transmite tensión. Un cuerpo abierto transmite seguridad.
¿Cómo entrenar tu lenguaje corporal?
Filmate y observá tu postura y gestos
Practicá hablar frente al espejo
Pedí feedback a colegas o amigos
Prestá atención a tu cuerpo cuando vendés en persona o por videollamada
Trabajá la coherencia entre lo que decís y cómo lo decís
Tu cuerpo puede decir “confío en lo que ofrezco”. Eso, muchas veces, vende más que cualquier argumento.



