La justicia de EE.UU. definirá hoy si el Estado argentino debe entregar el 51% de las acciones que posee en YPF. El caso, vinculado a la expropiación de 2012, podría tener un fuerte impacto económico y político. Un fallo adverso pondría en riesgo el control estatal de la petrolera y marcaría un precedente para futuras disputas internacionales.
La petrolera más importante del país enfrenta un momento crítico. Un tribunal de EE.UU. resolverá hoy si Argentina debe ceder el 51% de las acciones que controla. La decisión podría redefinir el mapa energético y las finanzas nacionales.
La justicia estadounidense definirá si Argentina mantiene o pierde el control mayoritario de YPF.
Hoy, la justicia de Estados Unidos dará a conocer una decisión que podría tener un impacto histórico para la economía argentina: determinará si el Estado debe entregar el 51% de las acciones que posee en YPF. El fallo es la etapa más sensible de un litigio que se remonta a la expropiación de 2012, cuando el Gobierno argentino recuperó el control mayoritario de la petrolera, entonces en manos de Repsol.
La disputa judicial comenzó cuando fondos de inversión reclamaron que Argentina no cumplió con las condiciones establecidas en el estatuto de YPF para realizar la compra, lo que —según su planteo— les generó perjuicios económicos. Desde entonces, el caso escaló hasta llegar a esta instancia decisiva en un tribunal neoyorquino.
YPF y el juicio que podría redefinir su futuro
Si la sentencia obliga al país a entregar el 51% de las acciones, el control estatal sobre YPF quedaría en jaque. Esto no solo afectaría la capacidad de decisión en políticas energéticas, sino que también podría generar un fuerte impacto en el valor bursátil de la empresa y en la percepción internacional de la seguridad jurídica en Argentina.
El Gobierno sostiene que la expropiación se realizó en el marco de la legislación argentina y que la soberanía energética justificó la medida. Sin embargo, en los mercados internacionales el caso es observado como una prueba de cómo el país maneja los conflictos con inversores extranjeros.
La definición de hoy no se limita a un asunto legal. También puede tener efectos políticos y económicos inmediatos: desde la reacción del mercado cambiario hasta el potencial impacto en las relaciones bilaterales con Estados Unidos y otros socios comerciales.
En un contexto económico frágil, un fallo adverso podría agravar la incertidumbre financiera y presionar aún más sobre las reservas y el riesgo país. Por el contrario, una resolución favorable le daría al Gobierno un respiro y reforzaría su control sobre una de las empresas más estratégicas del país.
El reloj corre, y el resultado de este litigio marcará un antes y un después en la historia reciente de YPF y de la política energética argentina.



